INSTITUCIONALES

DÍA DE LA ABOGACÍA

Mensaje del Presidente, Dr. Ricardo Gil Lavedra

Estimados y estimadas colegas: 

Quiero saludarlos muy especialmente en el día del abogado y de la abogada. 

Hace un poco más de un año que tenemos el honor de representar los intereses de todos los matriculados y matriculadas. Las cosas no son fáciles para el ejercicio de la profesión en estos momentos. Lo sabemos y estamos firmemente comprometidos a tratar de mejorarlas. No nos anima ningún otro propósito que el de honrar la confianza que han depositado en esta conducción.

 Creo que se han hecho bastantes cosas. Sólo enumeraré algunas pocas. Pusimos en marcha el Plan de Modernización, Innovación y Transformación. Digitalizamos los expedientes del Colegio Público y una mesa de entradas virtual. Iniciamos el desarrollo de una APP para los servicios del Colegio y un CHATBOT para responder consultas por Whatsapp. Conseguimos el acceso a jurisprudencia y doctrina gratuita.

 Hemos aumentado considerablemente toda la oferta en materia de capacitación. Tanto en actividades gratuitas como en posgrado. Se ha tratado de intensificar todo lo relacionado con jóvenes abogados y abogadas, que son los que requieren más asistencia para el inicio de la actividad profesional. 

En cuanto a la defensa de la abogacía, solicitamos a la Corte que los reajustes a la U.M.A sean automáticos para que no demore la actualización. Nos hemos opuesto enfáticamente al proyecto de ley de sucesiones notariales, al proyecto de modificación de la ley de lavado incluyendo a los abogados y abogadas como sujetos obligados, a la actitud de la ANSES de impedir la labor de los abogados y abogadas, y realizamos diversos pronunciamientos públicos en contra de la llamada “industria del juicio”.

 La actividad en los tribunales hoy es anárquica. Cada juzgado establece cuáles son las reglas de funcionamiento respecto del personal y de la modalidad de trabajo. Esto trae enormes problemas para el ejercicio profesional porque los abogados y abogadas no saben a que atenerse en cada tribunal, pues las reglas son diferentes. Por eso, hemos solicitado a la Corte Suprema que haga cumplir su acordada con relación a la presencialidad o que se fije un régimen uniforme, aunque sea por fuero.

 Readecuamos las instalaciones a la nueva realidad de la abogacía. Creamos varias áreas de coworking y salas para la atención de clientes o para realizar audiencias con los tribunales. Modernizamos y pusimos en valor el bar del Colegio. Hicimos lo propio con las Salas Podetti y Canale, incorporándoles la mejor tecnología.

 Intentamos dar al Colegio una voz institucional más importante a través de diversos pronunciamientos. Volvimos a reingresar a la FACA  junto a los demás Colegios de las provincias argentinas.

 El Colegio se manejaba con una absoluta informalidad. No había áreas con funciones preestablecidas ni responsables. Por primera vez se estableció una estructura con misiones y funciones, incluso con una planificación operativa anual.

 Tenemos que proseguir en la senda de estos cambios. Un Colegio moderno, eficiente y profesional. Queremos que el Colegio sea un ámbito de encuentro de los abogados y abogadas, que sea un lugar de escucha para las necesidades que tienen los matriculados y matriculadas. Y que a la vez, sea el lugar de pertenencia que los defienda, les brinde soluciones y los capacite para la optimización del ejercicio diario de nuestra profesión.

 Seguimos plenamente conscientes de la difícil situación económica que atravesamos en el ejercicio de la profesión, que no escapa al drama argentino. Por eso dimos desigual batalla en todos los ámbitos posibles para visibilizar nuestro reclamo en torno a la actualización de la UMA, más aún en estos tiempos de escalada inflacionaria.

 Queda mucho trabajo por hacer, lo dije el año pasado y lo reitero. Queremos seguir haciendo realidad la transformación del Colegio, sin estridencias, sin gritos, con menos ruido, y entre todos.

 Pero, el 2023 no es un año más, estamos cumpliendo cuarenta años ininterrumpidos de democracia representativa, con alternancia, sin vetos ni proscripciones. Un hecho inédito de nuestra historia que nos debe llenar de orgullo como Nación. Precisamente, fue en la primera década de este período democrático que nació la ley que nos dió vida.

 Comprendemos la insatisfacción generalizada, la desesperanza y la frustración. Pero el único camino es renovar nuestro compromiso con la democracia y sus instituciones. Nuestra profesión sólo es compatible con un régimen democrático. Somos los trabajadores de la ley y de los derechos. Más allá de todas las dificultades existentes, la democracia es el único sistema en el que podemos vivir con igualdad, orden y libertad.

 Aprovecho este día, nuestro día, para invitarlos a que sigamos caminando juntos, en unidad y en defensa de la abogacía. 

Un afectuoso abrazo,

 

Ricardo Gil Lavedra
Presidente del CPACF

 

  • 29-08-2023