Una breve enumeración, donde surge la redacción de escritos básicos, la búsqueda de jurisprudencia, el análisis de contratos, hasta la generación de resúmenes legales o la organización del trabajo. Los modelos de IA, entrenados en vastos conjuntos de datos, pueden generar contenidos coherentes y precisos. Todo eso está impactando en nuestra manera de ejercer y de entender la abogacía.

Aprender a utilizarla y transformarla en nuestra aliada diaria es una oportunidad, y también una necesidad. Eso sí, debemos hacerlo con un componente ético y una marcada responsabilidad social, tomándolo como un complemento positivo y transformador, a pesar de la posibilidad cierta de que la aplicación cometa errores, reproduzca sesgos o brinde información desactualizada. Por eso, el análisis y el juicio profesional del abogado y la abogada son y siempre serán insustituibles.

Desde el Colegio Público, ya realizamos conversatorios presenciales y virtuales donde comenzamos a tutearnos con todos los beneficios y desafíos que propone su uso responsable. Y es por eso que se nos vuelve un imperativo acompañarlos en este proceso de cambio, que no solo atañe al Derecho, sino que está transformando al conjunto de la sociedad.

Este nuevo boletín mensual, que resolvimos llamar AbogacIA, está pensado como una guía práctica para el mejor uso de la nueva tecnología. Cada edición incluirá consejos útiles, recomendaciones éticas, resúmenes de fallos destacados de la Corte Suprema de Justicia de la Nación —en texto y en audio—, videos, capacitaciones. Y también nos comprometemos a incorporar un "prompt del mes", para la exploración de nuevas posibilidades.

La IA debe ser una aliada que, en tanto herramienta tecnológica, potencie nuestro trabajo, y colabore en la mejora de la eficiencia, la precisión y la calidad de nuestro ejercicio profesional. Aprender a darle un buen uso será, en definitiva, el cambio cultural que signará el nuevo estándar de la abogacía del siglo XXI.-